Todo partió cuando el director técnico de la selección chilena, Jorge Sampaoli, dio a entender en una entrevista que no estaba confirmada su permanencia en la selección después de la Copa América 2015, más en concreto, expresó que no existía un vinculo legal que lo atara a “La Roja” al término de la copa continental a celebrarse en nuestro país.
Luego, vino la polémica cita que sostuvo el DT argentino con periodistas del medio deportivo nacional, que daría pie para que dos reconocidos periodistas futboleros -Guarello y Bianchi- se “sacáran los trapitos al sol” en una riña que dio que hablar. A Jorge Sampaoli no le hace bien entregar señales ambiguas sobre su futuro a la opinión pública, le resta credibilidad y lo hace ver como una persona oportunista que puede llegar a entrar en la lógica de la especulación para lograr sus objetivos. Hay que entender que la figura del casildense es más frágil que la de Marcelo Bielsa (su parámetro) al que se le toleraban más errores. Esto, básicamente, por dos razones: se le identifica con la Universidad de Chile (le resta imparcialidad del hincha) y segundo, no tiene el carisma del rosarino o de un líder querendón. Def. Carisma: especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar.
Aunque su personalidad, que a veces bordea lo inescrupuloso -como cuando firmó un contrato millonario para ser rostro del banco de la competencia de uno de los sponsor de la selección- debe ser un tema a considerar para Sampaoli, no queda duda de que su decisión, redactada en un comunicado de prensa, de continuar hasta el mundial de Rusia 2018 es una gran victoria para Chile. ¡Porque en la cancha sí que sabe el tipo! Con esta noticia el futbol chileno crece; tendrá la posibilidad de extender un proceso con el mismo cuerpo técnico, a dos mundiales y una Copa América; el nuevo contrato también permitirá a Sampaoli incidir sobre la malla curricular de la INAF, donde podrá tener influencia académica sobre los próximos directores técnicos del país, y lo mas importante de todo, la selección conservara a un entrenador que practíca el futbol ofensivo y dinámico, opción táctica casi extinta en la actualidad.
Este futbol vertiginoso y asfixiante generado por Sampaoli, es su cualidad que más rescato. Porque nos devuelve el futbol vistoso y de hartos goles que creo que es la esencia de este deporte. Y a pesar de que hay un grupo de personas ligadas al futbol que valorizan mas el resultado que el modo de jugar, pienso que la gran mayoría desea divertirse viendo un partido…Más de una decena de ofertas dijo haber recibido el DT nacional una vez terminado el mundial de Brasil, entre aquellas rechazadas, un millonario contrato de 4 millones de dólares anuales que le ofreció el club turco del Galatasaray por dos temporadas.
Lo que pasa, es que Sampaoli tiene un plan, un plan verbalizado cuando dijo que su mayor sueño, por ahora, es ganar la Copa América y un plan que le sale por los poros, y el cual no es otro que obtener una copa importante para su segunda patria antes de irse a dirigir, seguramente, a un equipo peso pesado de Europa. Puede haber muchos entrenadores del más alto nivel repartidos por el mundo, pero son contados con los dedos los que realizan un planteamiento atractivo y al mismo tiempo eficaz, al menos así quedo demostrado en el campeonato mundial 2014, en donde Chile finalizó su competencia elogiado, como pocos, por los entendidos del futbol. “Me moviliza la rebeldía, la valentía y cambiar estructuras”, esos son los conceptos que invoca una y otra vez Jorge Sampaoli y es lo que consigue Chile como filosofía futbolística al mantener al casildense a la cabeza de la selección. “Creo que es mejor morir de pie que vivir de rodillas” dice la canción “Creo” de Callejeros, la banda favorita de Sampaoli.
El hombre es un rockero y se queda para seguir rompiendo esquemas y para cambiar la historia que nos tiene sin copas a nivel de seleccionado nacional adulto.
